Días 52-54: La semana de las señales

Matando el tiempo II

El otro día me preguntaron si creía en las señales y en el destino. Tras una breve conversación llegamos a la conclusión de que las señales están ahí, nos marcan direcciones a diferentes caminos. En nosotros está la decisión de elegir cuál será el nuestro, no hay nada escrito.

Matando el tiempo I

Cuando solicité esta beca buscaba marcarme un camino, lo que no esperé es que este nuevo camino me llevaría de nuevo de vuelta a la mitad. Muchas veces cambiar el rumbo de las cosas nos lleva al mismo sitio, no siendo algo malo, sino mejor.

Surgen oportunidades, descubrimos o despertamos realidades, que hasta el momento habían estado rodeadas de una niebla gris. Es increíble tener que estar en un país tan gris (que no lo es tanto) para darnos cuenta de ello.

Tras este momento filosófico y existencial, os contaré mi experiencia semanal, a la que llamaremos: La semana de las señales. 

Una y no más, arrepentimiento
en cuanto abrí la bolsa.

Esto no significa que antes de esta semana no hubiese habido señales, sino que no estábamos pendientes o no queríamos estarlo. 

Estos días me quejaba de que apenas practicaba el inglés, pues bien, ha llegado un becario nuevo a la empresa que se niega a hablar otra cosa. So... desde ese día (han pasado dos, almost three) ha aumentado notablemente el número de personas con las que hablo inglés, y también las oportunidades de practicar.

Las otras señales, muchas de las cuales llevo tiempo ignorando, son las de retomar el rumbo a un trabajo más creativo. Sin entrar en detalles, estos días han surgido oportunidades e ideas para ello y que no quiero dejar pasar (a los ansiosos, comentaros que NO he encontrado TRABAJO, aún).

Mi sensor de lluvias

La semana ha sido tranquila, como siempre, trabajando y poco más. Eso sí, he vuelto a coger el bus, pero por causas mayores, un break, porque mi sensor de lluvia se ha puesto en funcionamiento (my knee) y no deja de dolerme. A ver qué tal se comporta mañana.

Por lo demás, hoy he tenido una nueva experiencia en Dublín, la depilación. Ha ido muy bien y ha sido más barato de lo que esperaba. Poco a poco iremos haciendo el día a día habitual de allí, aquí.