Día 47 - 49: Una semana kilométrica.

Ha sido una semana agotadora, pero no por el estrés, es que he andado un montón. Algo más de once kilómetros diarios. Ha sido increíble, sobretodo porque he descubierto muchas cosas por el camino. Como una feria de Arts &Craft (Arte y Manualidades), que será el domingo.

Pero también he descubierto cosas como que la bombona de butano aquí cuesta 33 €, o 22,95, concretamente. Y también he descubierto el origen de los chistes de cáscara de plátano de los dibujos animados. Nunca había visto tantas tiradas por el suelo, incluso he visto cómo las tiraban, ¿será que piensan que el hormigón o el alquitrán son orgánicos? En fin, las cosas de Irlanda.

Andar me ha traído cosas muy buenas, como que mes sienta estupendamente, que duerma bien por las noches y que me ahorre el dinero del bus. Pero ha traído consigo cosas como: agujetas en los lugares más insospechados, la necesidad de más ropa deportiva, de llevar el abrigo al tinte, rozaduras, más hambre y que no pueda hacer nada después de la cena, porque estoy agotada. 

La verdad es que lo más curioso ha sido estar sentada en un banco en O'Connell St tomando el sol con la capucha puesta para el viento que soplaba por la nuca. Y la visita exprés a la competencia, eso sí que fue un chocante, porque es totalmente diferente a mi oficina, más moderna, más europea, menos chabacana. Digamos que los neones los consideran parte del pasado y no lo más, como mi jefe. 

El tiempo está siendo estupendo, muy primaveral, salvo hoy que ha amanecido nublado y con el suelo mojado, el día se ha transformado en otro luminoso día de ventolera y sol. Es muy agradable caminar así, aunque en algunos momentos sienta que me voy a volar.

Por lo demás todo bien, el trabajo ocupado, igual de monótono, pero bien. Las comidas igual de picantes que siempre, pero ya he insertado platos precocinados en el lunch. Y a ver qué nos deparará el fin de semana.