sábado, 6 de abril de 2013

Día 50: Walking around Dublin

Ha amanecido soleado, como todos estos días que vamos dejando atrás. Eso sí, hoy no iremos al centro andando, volveremos a coger el Dublin Bus, que andar, seguro que lo haremos en el centro. Las opciones, son varias, así que no sabemos qué hacer. Decidimos dejarnos llevar. 

Abandonamos la idea de fotografiar patos amarillos, no por nada, sino porque sentía que traicionaba a mi reflex. Pero la idea de alquilar una bicicleta para pasear por Phoenix Park, tampoco la tenía clara. Siempre prima el bolsillo y alquilar una bici, no es algo básico, is it?


Así que María y yo decidimos ir a ver qué tal estaba el mercadillo de comida de Temple Bar. La verdad es que nos encantó, pequeñito, coqueto, pero con buena comida y precios accesibles. Se convertirá en una opción a elegir algún que otro fin de semana. Nos hicimos acopio de boquerones en vinagre, aceitunas (griegas, no españolas, pero igual de ricas), un brownie para María y un bizcocho de zanahoria para mí, que llevaba varios días con el antojo y no me pude resistir.
Cuando llegábamos al centro empezamos a tener noticias de la gente que iba a Phoenix Park, pero que finalmente se unieron a nuestra expedición. Dimos un paseo como en los primeros días, descubriendo o redescubriendo sitios, y entrando en museos gratuitos, o no tanto. Esta vez, tras nuestro Temple Bar de Dublín 2, nos dirigimos a Dublín 7, en busca del National Museum of Irleand, el de Artes Decorativas e Historia, pero haciendo paradas por el camino. La primera, en Smithfields, donde se encuentra la Vieja Fábrica de Jameson (Old Jameson Whiskey Distillery), un parque interactivo muy entretenido y un supermercado a tener en cuenta en los bajos de un Hotel. 

Ya hablaremos con detalle de ello, porque seguro que haremos la carísima visita guiada a la fábrica.

Luego seguimos el camino del LUAS que nos llevó hasta el museo. Algo impresionante, por su tamaño, el más grande visto hasta el momento, de frente se nos quedaba algo que está también pendiente de visitar: la fábrica de Guinness. Vimos la restauración de un velero y el recorrido que hizo en sus inicios y después en el interior del propio museo había cuatro secciones claras: La rebelión de 1916, la historia del ejército irlandés, las artes decorativas y Arte Japonés. Estos dos últimos nos quedaron por ver, estábamos cansados, necesitábamos café y decidimos dejar ese museo para cualquier día de lluvia en Dublín. 

Así que nos dispusimos a ir en busca del café perdido, hacia la zona de las catedrales y el Dublín vikingo, que es donde Jon había encontrado un sitio con un chocolate estupendo. Por el camino, se nos unió Alejandro y echamos allí el resto de tarde, hasta dirigirnos a la calle de las tiendas: Henry St. Que todos queríamos hacernos con víveres antes de que cerraran. Allí pusimos el broche de oro a la tarde con un descubrimiento muy dulce de Alex: Los bombones belgas Leonidas. Todavía se me hace la boca agua. Y mientras esperábamos ese momento cumbre del día, cómo no, se nos acercó un quinqui irlandés, o knacker, para pedirnos un cigarro, como le dijimos que no, se fue sin dar problemas. Al segundo se vuelve, se acerca a María, señala la crema de manos que estaba echándose, y pone las manos debajo. ¡Sí, señor, ese knacker iba a tener las manos la mar de suaves! (¿Quién nos iba a decir que nos pediría un poco de cremita?)

Después llegó Alex con sus bombones, yo probé dos diferentes, con el gran ojo de escoger los borrachines. Después a casita, la cena y a descansar, que ya era hora.

Ya en la cama temblaron hasta los cimientos del barrio con el Home Cinema familiar mientras nuestra Host family veía el DVD de El Hobbit, tanto que me vi transportada a la comarca junto a Bilbo y Gollum. Madre mía, y a eso de las doce de la noche, nuestra Host Sister decidió que era buena hora para tocar la guitarra y cantar. Si es que lo que no pase aquí... Un buen descanso tuvo una buena recompensa: han desaparecido las agujetas.


2 comentarios:

  1. Te han faltado varias cosas:
    1.- El susto que os llevasteis en el Museo.
    2.- El vídeo de la reolina

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    1. Me había olvidado del susto, del vídeo no, pero no me deja subirlo. Ahora estoy tratando de ponerle la sintonía adecuada, a ver si no tardo mucho y lo subo, aunque sea a facebook.

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